La Odontología Preventiva es una especialidad de la Odontología cuya finalidad es evitar la aparición de caries u otras enfermedades bucales de modo que no se produzcan lesiones en los dientes, que requieran tratamientos como empastes o endondoncias, sino para prevenirlo.
Una Limpieza Simple de la boca o tartrectomía logrará eliminar la acumulación de placa bacteriana y el sarro formado que el habitual cepillado de casa no haya podido conseguir, de modo que mejoraremos la salud de los tejidos que soportan nuestros dientes. Si fuese necesario, porque hubiese manchas más persistentes, se podría recurrir a la Limpieza con Bicarbonato.
La Fluorización permite reminalizar el esmalte y prevenir la progresión o la aparición de caries. Se trata de una tratamiento muy utilizado en niños aunque también puede usarse en adultos.
Los Selladores son la adición de material en los surcos de las caras oclusales de los molares permanentes cuando aún no han aparecido caries para prevenir la aparición de éstas.
Las enfermedades dentales provocan que la salud bucodental se vea comprometida y que haya que actuar para evitar que el problema sea aún más grave. Una boca sana es el comienzo de una sonrisa bonita.
Dichas enfermedades también pueden causar daños estéticos. A veces, perdemos una pieza dental porque ya no es posible mantenerla sana y puede generar enfermedes más serias o porque su deterioro ya es considerable. La ausencia dental puede tener su origen en una mala higiene.
Si mantenemos una correcta higiene dental, los costes de posibles tratamientos serán menores porque el deterioro de la boca también será menor.
Una buena práctica para mantener nuestros dientes sanos y fuertes es el cepillado de dichos dientes de manera habitual. Acensejamos que una persona se cepille los dientes al levantarse y al irse a la cama a dormir y, sobre todo, después de cada comida.
Se trata de un hábito saludable que se recomienda compaginar con limpieza más profundas en la clínica dental de confianza del paciente. Así pues, nuestros dientes serán más resistentes a agresiones externas.
Los alimentos con exceso de azúcar y bebidas con gas son los principales enemigos de nuestras piezas dentales, de modo que controlar una ingesta desproporcionada de ellos también nos valdrá para gozar de una buena salud bucodental.
La educación en higiene oral es fundamental para conseguir que nuestra boca se encuentre habitualmente sana y cuente con la estética que más nos agrada. Si conocemos cuáles son nuestros enemigos, sabremos cómo combatirlos.
A veces, no basta con saberlo sino que debemos tener interiorizado que nuestros dientes son imprescindibles en nuestras vidas. Cuando nos duele una muela o no podemos masticar correctamente porque nos faltan piezas, es cuando valoramos la importancia real de nuestra dentadura.
La educación en higiene oral consiste en valorar nuestra salud bucodental desde el principio y no cuando padecemos esas enfermedades que nos provocan dolor, malestar y, lógicamente, un perjuicio económico.
Recibir esta formación en higiene oral en la clínica es muy beneficioso para el paciente porque un odontólogo es la persona más indicada puede enseñarle cómo lavarse los dientes.